El swap es una tarifa de interés que se le paga o se le cobra al final de cada día de negociación. Cuando opera con margen, recibe intereses sobre sus posiciones largas, mientras que paga intereses sobre sus posiciones cortas. La diferencia de interés neta se conoce como carry y los comerciantes que buscan beneficiarse de esto se conocen como carry traders.
Los resultados positivos se obtienen cuando recibe más intereses de los que debe pagar y se agregan directamente a su cuenta. Si el carry es negativo, se resta de tu cuenta. Si abre y cierra una operación el mismo día, la operación no tiene implicaciones de intereses.
Si está interesado en realizar un carry trade, el primer paso es encontrar un par de divisas de alto y bajo rendimiento. Algunos ejemplos de monedas de bajo rendimiento (o de financiación) son el yen japonés (JPY), el franco suizo (CHF) y el euro (EUR). En lo que respecta a las monedas de alto rendimiento, el dólar (AUD) y el dólar neozelandés (NZD) son populares, aunque los operadores de carry trade más avanzados podrían recurrir al rand sudafricano (ZAR) u otras monedas exóticas.
Utilicemos el euro y el dólar: los tipos en la eurozona están actualmente por debajo de 0, mientras que los tipos de interés son relativamente más altos, actualmente el 2%. Esto significa que existe la oportunidad de ganar carry comprando AUD con EUR, es decir, yendo en corto con EURAUD. Genial, sencillo ¿verdad?
Lamentablemente no es tan fácil: no tiene sentido ganar un pip por día en un swap si el par se mueve en contra de usted 100 pips por semana. Es decir, si quisiéramos realizar un carry trade en EURAUD, esperaríamos hasta que el par tuviera una tendencia bajista, venderíamos con cualquier fortaleza y lo mantendríamos durante toda la tendencia bajista.
Piense en el swap como una bonificación o incentivo por mantener una operación a largo plazo (o, en el caso de un swap negativo, un elemento disuasorio).
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